lunes, 19 de noviembre de 2012

El heliostato de las tres ventajas

La empresa sevillana Ari Solar desarrolla y patenta un nuevo modelo que permite abaratar la fabricación, ahorrar costes de operación y lograr más producción solar

Eli García Villalón /SEVILLA | 17.11.2012

Levantar una instalación termosolar de torre es un proyecto muy caro. Una central puede costar entre 250 y 300 millones de euros, ya que necesita en torno a 80 hectáreas de terreno y requiere de una fuerte inversión en obra civil. Sin embargo, una de las energías competidoras, la fotovoltaica, es mucho más barata, ya que un huerto solar de tamaño medio, de entre dos y tres hectáreas, puede salir por unos dos millones. Esto significa que el ahorro de costes es fundamental para que la termosolar sea atractiva.

Precisamente, la joven empresa sevillana Ari Solar se ha marcado ese objetivo y, para ello, ha ideado un nuevo modelo de heliostato que abarata considerablemente los costes con respecto a los espejos que se usan tradicionalmente. Y es que no hay que perder de vista que estos elementos absorben el 40% de la inversión total que requiere una instalación termosolar, es decir, en torno a 100 millones de euros.

"La termosolar es una tecnología cara en la actualidad, pero la única de futuro capaz de sustituir plenamente a las plantas energéticas de combustibles convencionales -fuel-oil, ciclos combinados, nucleares-, ya que la fotovoltaica, por su tamaño, no tiene potencia para abastecer, por ejemplo, a ciudades completas", explica Pedro Macías, director de Servicios Energéticos de Ari Solar y uno de los cuatro socios de la compañía con sede en Sevilla. Pero, ¿cuál es el valor añadido del nuevo heliostato diseñado por estos emprendedores? Ofrece tres ventajas fundamentales: abarata la fabricación de estos elementos, ahorra costes en el funcionamiento de los mismos y logra una mayor producción solar.

En primer lugar, el que la compañía ha bautizado como "ariostato" ofrece mejoras de diseño en su estructura y en sus motores que propician un ahorro de costes "considerable". "Nuestro espejo sólo cuenta con un eje frente a los dos que tienen los convencionales, lo que abarata la producción", explica Macías. En segundo lugar, los costes de operación "son un 25% más bajos, ya que una vez colocados son autónomos y apuntan siempre a la torre, mientras que otros heliostatos se van desajustando poco a poco y necesitan personas que se dediquen a regularlos", añade. Y, por último, el reflejo del sol que se proyecta en la torre es un 20% superior al de otros modelos. "Por su posición y su movimiento circular, hay áreas que no se pierden, con lo que la producción solar es mayor", señala.

La idea surgió hace cinco años, aunque hasta hace tres no se empezó a ejecutar. Hoy por hoy, el invento es ya una realidad patentada que se está presentando a potenciales clientes y que empezará a comercializarse a mediados de 2013. Esta misma semana, el "ariostato" se ha dado a conocer en la cumbre termosolar más importante del mundo, la CSP Today, celebrada en Sevilla, donde Ari Solar ha despertado el interés de grandes empresas. El paso siguiente será probar el nuevo heliostato en la Plataforma Solar de Almería, uno de los centros punteros en este terreno y que es considerado "la pasarela Cibeles del sector", que servirá de plataforma de lanzamiento internacional del desarrollo. Hasta ahora, los promotores de la empresa habían llevado a cabo las pruebas del invento en el campo de uno de los socios en Ciudad Real.

Este proyecto de investigación ha absorbido unos 300.000 euros, que se han logrado gracias a las aportaciones de los cuatro socios junto a ayudas públicas, como por ejemplo la adjudicada por el CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial). Los planes de la empresa pasan por rentabilizar la inversión en cuestión de dos años y entrar en beneficios, ya que actualmente registra pérdidas.

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